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martes, 18 de octubre de 2011

EL DERECHO A LA VIDA

Por: Danilo Ovando

 Puede resultar reiterativo y hasta a veces molesto que no se quite el dedo del renglón sobre EL DERECHO A LA VIDA, que se ha estado discutiendo repetidamente en el seno de la SUPREMA CORTE DE JUSTICIA DE LA NACIÓN. pero si lo viéramos desde la perspectiva de la importancia real que este tema posee, pienso que hasta veríamos fugaces las intervenciones de los diferentes grupos sociales y organizaciones que luchas por este derecho fundamental del ser humano. Hemos visto algunas cintas en las que sentenciados a la pena de muerte, procuran ser ayudados por abogados de último minuto que hacen hasta lo imposible por obtener una sentencia menor, recurriendo a jueces, medios televisivos y hasta gobernadores, y en estas, se puede ver la grave desesperación de aquellos, cuando una a una, las puertas y las opciones se van cerrando ante la potencia de la sentencia mayor. En muchas de estas luchas sofocantes por la vida, los sentenciados han sido culpables de los delitos que les han imputado, en otras no. y curiosamente, los sentenciados a muerte por la despenalización del aborto en nuestro país, TODOS, ABSOLUTAMENTE TODOS, SON VÍCTIMAS INOCENTES de un sistema legal que les roba el derecho de continuar su desarrollo embrionario hasta alcanzar ver la luz el día de su alumbramiento.. Por qué se esfuerza un paramédico en dar los primeros auxilios a un accidentado si en las cínicas, digo clínicas de salud de nuestro gobierno local, se asesina y priva de la existencia a seres humanos en desarrollo prenatal? Esto no tiene sentido. Como tampoco lo tiene el gasto millonario que hace el Gobierno Federal en su desesperado intento por erradicar las bandas del crimen organizado que secuestran, torturan y descuartizan a sus víctimas, sean o no de bandas rivales, si los gobiernos locales permiten que personas terriblemente equivocadas sentencien a ser desmembrados a inocentes que su único pecado fue ser engendrados por personas ignorantes que son respaldadas por instituciones presididas por otros tantos que desconocen del todo el derecho a existir que cada ser humano posee por el solo hecho de haber sido engendrado. Esta es mi opinión personal, y sé que miles o aun millones de personas podrán estar de acuerdo conmigo, pero mi opinión y la de ellos, o la de quienes están convencidos de su derecho a abortar y asesinar para estas fechas (último trimestre del año 2011) a más de 70 mil personas en proceso de gestación, tan sólo en nuestro país desde que se liberó el procedimiento de "interrupción" del embarazo en algunos estados, resulta del todo irrelevante ante LA OPINIÓN DEL DIOS VIVO, DADOR Y CREADOR DE LA VIDA, que en su palabra expresa su pensamiento para que todo ser humano se rija por él: ..."¿Quién ha oído cosa semejante? ¿Quién ha visto tales cosas? ¿Podrá nacer un país en un solo día? ¿Nacerá una nación en un instante? Pues en cuanto Sion estuvo de parto, dio a luz sus hijos. 9 Yo que abro la matriz, ¿no haré dar a luz?, ha dicho Jehovah. Yo que hago nacer, ¿la habré de cerrar?, ha dicho tu Dios." (Párrafos 8 y 9 del Capítulo 66 del Libro del Profeta Isaías, Antiguo Testamento, La Biblia). Es Dios quien abre la matriz de la mujer, no es cada una de ellas a voluntad, no es un evento de simple procreación animal, sino uno que obedece al más decidido designio divino para crear un ser humano, y ese principio de autoridad absoluto, determina la existencia de c ada persona sobre esta tierra, crean o no, conozcan o no su palabra, o respeten o no la vida de sus semejantes en formación. ¿Y porqué es que Dios abre la matriz para hacer dar a luz? Porque desde antes de la fundación de este mundo, Él nos ama entrañablemente y desea nuestra existencia para que vivamos no sólo disfrutando la estupenda creación que nos rodea y que él mismo hizo para nuestro abrigo, sostenimiento y beneplácito, sino para darnos la oportunidad de conocerlo a Él y amarlo a Él en respuesta espontánea de nuestro corazón ante su grandeza, poder y gran amor por cada uno de nosotros sus criaturas. ..." Vino a mí la palabra del Señor, diciendo: -Antes que yo te formase en el vientre, te conocí; y antes que salieses de la matriz, te consagré y te di por profeta a las naciones..." (Párrafos 4 y 5 del Capítulo 1 del Libro del Profeta Jeremías, Antiguo Testamento, La Biblia). Esta declaración que Dios mismo hace sobre la vida del profeta Jeremías, nos demuestra que la vida que Dios ha determinado para un ser humano, no comienza después de las 12 semanas de gestación sino aún antes de que cada persona sea formada en el vientre materno. ¡Qué privilegio saber que no somos producto de la casualidad o la siembra fortuita de la semilla de vida de un varón en las entrañas de una mujer! Si hemos de considerar al ser humano como un "producto", lo hemos de considerar como un PRODUCTO DEL AMOR DE DIOS, ni siquiera del amor humano, mucho menos de la pasión de hombres o mujeres. Y ¿Porqué podemos afirmar lo anterior?, por lo que Él mismo declara en este mismo precioso Libro en el Capítulo 31, párrafo 3: "...El Señor (Yahveh o Jehová según la traducción) me ha aparecido desde hace mucho tiempo, diciendo: "Con amor eterno te he amado; por tanto, te he prolongado mi misericordia...." Entiendo que existan millones de personas en este mundo que no conozcan La Palabra de Dios, y por ello, muchos sólo tienen su propio criterio o el de otros igual de ignorantes que ellos, para pronunciarse en contra del respeto a la vida del ser humano en gestación, no obstante, el hecho de que yo lo entienda, no significa que Dios lo avale. Respeto a la opinión de quienes aún conociendo estos párrafos de las Escrituras, han optado por ignorarlas y actuar y manifestarse a favor del homicidio de un ser humano en gestación, lo puedo tener, pero Dios no está obligado a "respetar" el criterio de quienes lo desconocen o lo ignoran, dado que el universo entero está sujeto a la palabra expresada por Él. Por ello, es que mi obligación ante tanta incredulidad e ignorancia, es advertir a quienes han optado por el aborto y quienes les han ayudado a realizarlo desde cualquier trinchera de acción, sea legislativa, gubernamental o clínica, que están actuando fuera de la voluntad expresa del Dios vivo y verdadero y que más les valdría hablar con Él al respecto y buscar de manera urgente su perdón por los actos cometidos. ¿En dónde se puede hablar con Él? Ese es otro engaño del que hablaremos en ottra ocasión, baste decir que en donde sea que estemos, Él está, y cuando sea que nos dirijamos a Él, él escuchará, y si nuestro corazón ha sido reprendido por nuestra conciencia y verdaderamente sentimos el pesa del remordimiento y queremos ser librados de todo ello, entonces se hará efectiva para nuestra vida otra de las palabras reveladas por Dios mismo: ..."Venid, pues, dice el Señor; y razonemos juntos: Aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos. Aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Si queréis y obedecéis, comeréis de lo mejor de la tierra. Pero si rehusáis y os rebeláis, seréis consumidos por la espada; porque la boca del Señor ha hablado." (Párrafos 18 al 20 del Capítulo 1 del Libro del Profeta Isaías, Antiguo Testamento, La Biblia). Nota: Los párrafos Bíblicos incluídos, son de la versión REINA VALERA ACTUALIZADA (Si desea leer por Usted mismo (a), las referencias citadas, hágalo en el ejemplar que tenga a su alcance o visite una librería especializada en publicaciones Cristianas y adquiera su propio ejemplar. Ahí le podrán asesorar en su selección.

jueves, 5 de marzo de 2009

¿ES COMPATIBLE LA HOMOSEXUALIDAD CON LA FE?










Por: 
Danilo Ovando




El ser humano en su condición caída, ha desarrollado vicios de credo, pensamiento y conducta que le han llevado a fundamentar su existencia y desempeño sobre bases extrañas al planteamiento original de Dios. Una de estas materias es la homosexualidad, que de manera generalizada está siendo adoptada por grupos cada vez más numerosos que anhelan o pretenden encontrar su relaización personal y afectiva en una irrealidad en la que aunque haya cirugías de por medio o importantes trataminetos hormonales y estéticos, no pueden sustituir las funciones que de manera natural el organismo humano realiza cuando se respeta su código natural de funcionamiento. Al hablar de la fe, se pueden abrir dieferentes lineas de pensamiento, así que debemos reducir ese número de opciones, a la que es fundamento de este comentario: La fe a la que nos referimos, es la que se deriva de la enseñanza Bíblica, y que tiene por protagonista central a Jesucristo, presencia corporal del Dios vivo, único y verdadero y quien es asimismo “El Autor y Consumador de nuestra Fe”. Con este fundamento, podemos asegurar que el hombre en su estado natural, entendiendo esto como el ser humano sin Dios, fundamenta su desempeño exclusivamente en sus capacidades intelectual y corporal, excluyendo por ignorancia, indiferencia o decisión, el área espiritual de su ser, que es la que por diseño original, se requiere para vivir en comunión con nuestro creador, dado que fuimos hechos a Su imagen y conforme a Su semejanza. Así las cosas, sin el “estorbo” que representa para algunos la certeza de la existencia de Dios, se han desarrollado conductas irreconciliables con los postulados de fe expresados en La Palabra, dado que es ilógico acatar con entusiasmo, devoción y determinación algunos de estos principios y verdades espirituales, y optar por ignorar aquellos que resulten inconvenientes para nuestra manera de pensar y actuar. Ejemplo de este argumento, es la co-existencia en múltiples ocasiones, de imágenes religiosas supuestamente representativas de piedad y muchos otros valores morales, en paredes, muebles y carteras de personas que se dedican al secuestro, al robo con o sin violencia o al narcotráfico en sus múltiples modalidades. Esto, es resultado de manipular la fe y crear un patrón religioso propio, en el que asumo mis propios valores morales y espirituales, en los que mi supuesta deidad ve con ojos de compasión y tal vez hasta simpatía mis delitos y pecados para luego avalarlos con justificaciones que de ninguna manera corresponderían a lo enseñado por Dios, y por tanto, no pueden producir en quien lo practica, ninguna forma de reflexión, conciencia y arrepentimiento. Si se habla de homosexualidad y fe, debe ser en el escenario correcto, en el que Dios ama al pecador pero aborrece el pecado, en el que Dios justifica por la fe al pecador que se arrepiente de su maldad y deja su vida pasada para incorporarse a un nuevo estilo de vida en el que impera la voluntad de Dios revelada por Su Palabra.


Así pues, si una persona que ha practicado la homosexualidad como su escenario afectivo-social, quiere honrar a Dios, el único y verdadero, entonces habrá de abandonar su estilo de vida y de afectos, y por supuesto que su sola voluntad no bastaría, como no basta la decisión desesperada de aquellos que quieren dejar de fumar o de beber, y es ahí donde entra en operación el binomio Arrepentimiento-Perdón, que Dios nos enseña, y cuyo operador fue Jesucristo, en donde Jesucristo en su papel de Salvador, -de aquél que quiere ser salvado- asume la culpa y el castigo del infractor, y por el derramamiento de su sangre en la cruz del Calvario, nos da la oportunidad de entablar la forma de relación correcta con Dios, nuestro Padre Celestial, y aunado a esto, la feliz habilidad que antes no teníamos para salir de manera definitiva de nuestra condición de dependencia y perversión derivada de nuestros hábitos, costumbres o formación.

SEGUIDORES DE LA OPINIÓN DE DIOS EN "Y DIOS, ¿QUÉ OPINA?"